Repositorio de información concerniente a los territorios del LibroClub Teodoro Larrey del Museo de los Ferrocarrileros en la zona de La Villa.
Aquí habitamos dichos territorios a través de las historias que vamos encontrando al recorrerlos.
Fue por allá en los felices veintes
cuando Margarita Cueto comenzó a figurar en los discos Victor.
Margarita Cueto fue entonces la encargada de grabar esos sucesos
teatrales; cuplés y tangos, canciones románticas de tipo
folklórico, selecciones de zarzuelas y operetas de moda, vivieron en
la espléndida voz de la artista mexicana.
La
siguiente grabación es de finales de los años veinte; “El
ferrocarril”, de Ángel Rabanal y Germán Bilbao, en las voces de
Margarita Cueto y Luis Zamudio. Este tema musical hace referencia a
diversos lugares de la República Mexicana por los que va pasando un
ferrocarril, pero con una característica interesante para esos años:
la inclusión de diversos albures y doble sentido, algunos muy
subidos de tono.
Llama
la atención que la cantante Margarita Cueto haya incluido este tema
en su repertorio con semejante temática alburera, incluso en el
libro “Las divas”, editado en 1994 por Pablo Dueñas, el
investigador escribe: “Entre todas las piezas jocosas del teatro de
revista, figura el corrido El ferrocarril, con alto contenido de
albures, que de manera insólita fue grabado sin cortes por la
soprano Margarita Cueto, cuando en su oportunidad le pregunté de por
qué siendo ella una cantante formal había interpretado semejante
pieza, ingenuamente me contestó que en su momento ella no se dio
cuenta de lo que decía la letra, hasta que mucho después, cuando
empezó a circular el disco, su propio familia le recriminó haber
prestado su voz para difundir semejantes leperadas”.
EL FERROCARRIL MARGARITA CUETO Y LUIS
ZAMUDIO | ALVARO
GUZMAN VELEZ
La pieza forma parte de la obra “La
revista prohibida”, estrenada en 1925, con letra de Ángel Rabanal,
cantada en teatro por Lupe Rivas Cacho y en discos por Margarita
Cueto. Pero en la discografía de Cueto no sólo aparece este tema
con temática alburera, también podemos escuchar el corrido “A
Veracruz”, con letra de Próspero Ponce, que la cantante grabó
también con Luis Zamudio en 1928 para el sello Victor.
Gorditas de la Villa, fotografía de la usuaria de Flickr; dorys_abad.
También llamadas Gorditas de
hormiguero (porque antiguamente se cocinaban en piedras extraídas de
hormigueros del monte), Gorditas de saliva (pues se creía que las
marchantas se chupaban los dedos para no quemarse al darle la vuelta
en el comal) o Gorditas de atrio (por venderse afuera de las
iglesias) en la actualidad siguen siendo una delicia característica
de los alrededores de La Villa de Guadalupe.
Puesto de gorditas en la Villa de Guadalupe en 1920 de El Universal (izquierda) y otro puesto pero en 1927 de México en Fotos (derecha).
En un artículo de la investigadora
María Bertely Busquets en la Revista Mexicana de Investigación
Educativa se retoma una entrevista a un cronista delegacional de
1996, donde dice: "¿Cuál es la comida tradicional de la Villa
de Guadalupe?, ¿las gorditas?, ¿las gorditas de la Villa?, ¡hubo
mole, barbacoa y venta de patos y chavales! Pero ahora, vamos a la
Villa y no hay ni pato, ni chavales, ni chichicuilotes, ni nada de
eso, ¿qué pasó ahí?, ¡se acabó el lago!, ¡se acabaron los
chavales, se acabaron las carpas, se acabó una cosa muy importante
para el caviar de Moctezuma, que era el famoso aguautle"
Siguen
vendiéndose las olorosas gorditas de maíz cacahuazintle, envueltas
en el colorido papel china, tal cual como aprendieron de abuelas y
madres, las gorderas siguen cociendo en comales miniatura colocados
sobre anafres en las calles aledañas al santuario de la Virgen de
Guadalupe.
Gorditas cocidas en piedras de hormiguero calentadas al comal. Este postre mexicano es también tradicional en las ofrendas de día de muertos en la zona del Valle del Mezquital en el estado de Hidalgo, siendo de origen hñahñú se llaman tzides o sidhes.
La
receta original ha perdido a su autor, pero no la gracia de sus
ingredientes. Hay quien asegura que el principal aditivo es el cariño
que se impregna en cada parte del proceso de preparación. Para
comprobar si ese o los demás componentes de la receta pueden unirse
de igual manera en casa, te invitamos a prepararlas.
Yuri de Gortari, cocinero e historiador gastronómico, experto en cocina mexicana. Imagen tomada de Cocina Identidad.
La
siguiente receta fue compartida por Yuri de Gortari, historiador
gastronómico, en su proyecto Cultura Identidad:
INGREDIENTES:
2
tzs de harina de maíz para tamales
2
cdas de manteca de cerdo
1
tza de azúcar
4
yemas de huevo
1
cdita de polvo para hornear
1
pizca de bicarbonato (o agua de tequesquite, la necesaria con dos
pizcas de tequesquite)
Leche,
la cantidad necesaria (omitir si se usa agua de tequesquite)
1
cdita de esencia de vainilla
PREPARACIÓN PASO A PASO:
1. Sobre una superficie limpia,
FORMA una tipo fuente con la harina para tamal, azúcar, polvo para
hornear y bicarbonato de sodio.
2. AGREGA los huevos, la esencia de
vainilla y el agua o leche. Amasa hasta obtener una mezcla homogénea,
añade la manteca e integra hasta crear una masa homogénea.
3. FORMA bolitas de masa y aplana
con ayuda de tus manos para crear gorditas.
4. COCINA en un comal a fuego medio
durante 5 minutos hasta que inflen ligeramente. Enfría.
5. ENVUELVE en papel china de
colores y disfruta con un delicioso café o atole.
Cantan
los viejos dichos: "A
la Villa a rezar y comer"
y
"El que se fue a la Villa se comió sus gorditas" dejando
en claro que el territorio también se vive desde el paladar.
Cómo hacer Gorditas de la Villa
(atrio). Yuri de Gortari | Cocina Identidad
Como parte del conocimiento de nuestro territorio proponemos conocer al personaje que le da nombre a la alcaldía en que se desarrolla la Red Vecinal de Narradoras y Narradores, Guardianes del Patrimonio: Gustavo A. Madero.
Infografía realizada por Azucena Capulín.
Además de la infografía que se compartió en la sesión presencial de la Red, sugerimos la lectura de la biografía publicada por el Fondo de Cultura Económica en la colección Los Vientos del Pueblo que es de fácil acceso.
Biografía de Gustavo A. Madero publicada por FCE.
Desde el blog te sugerimos seguir nutriendo el conocimiento desde la propuesta divertida y relajada del canal de YouTube Caminando por GAM, que, a pesar de ir dirigido a la niñez, tiene información interesante y veraz.
🇲🇽 GUSTAVO
A. MADERO: Mártir de la Revolución Mexicana" (parte 1). 🇲🇽
👻GUSTAVO
A. MADERO 👻Mártir de la Revolución Mexicana (PARTE2)
En ese mismo canal hay varios recorridos en la alcaldía que te invitamos a visitar, como el que hace el fantasma de este personaje histórico al Museo de los Ferrocarrileros.
Nos han compartido el siguiente video para nutrir nuestro acervo de representaciones de los ferrocarriles, en este caso una canción de Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri.
La canción se llama "La Maquinita". Es un foxtrot compuesto en 1935 y publicado en el disco "Más canciones del Grillito Cantor" de 1958.
LA MAQUINITA CRICRI - Luzma Gt
Las imágenes del video pertenecen a una película no identificada de Disney. El tren que se muestra es el personaje recurrente llamado Casey Junior cuya primera aparición fue en 1941 en el largometraje "El dragón chiflado" ("The Reluctant Dragon", de acuerdo a su título en inglés)
Como dato curioso, Casey Junior fue nombrado así en honor al maquinista Casey Jones, quien era oriundo de Tennessee, Estados Unidos y murió al hacer una maniobra para evitar la colisión más aparatosa del tren que conducía. Gracias a esa decisión no murió ningún pasajero y él fue nombrado héroe nacional. En 1950, Disney realizó, en su honor, un cortometraje llamado "The Brave Engineer" (El ingeniero valiente).
Cartel original de la película de Disney sobre John Luther Jones "Casey Jones" (derecha) y el letrero conmemorativo en el lugar del accidente donde murió. Imágenes extraídas de disneyfandom.com y Wikipedia, respectivamente.
🎵🎶Pu pu pu, pu pu pu, va la maquinita, echando humo de algodón.
Pu
pu pu, pu pu pu, todos los muñecos, se marcharon de excursión.🎵🎶
La Fundación Mier y Pesado fue creada
en 1917, tras la muerte de Isabel Pesado de Mier, poetisa y
filántropa mexicana con amplios recursos económicos que estableció
en su testamento el deseo de que se creara una asociación sin fines
de lucro en pro de las niñas y niños de escasos recursos, y de
ancianos con necesidad de un hogar digno, que se mantiene
económicamente a partir de diversos bienes raíces pertenecientes a
la Fundación. Para cumplir su voluntad se instituyeron, en la
primera etapa (1917), una casa para ancianos y un orfanato. En la
segunda etapa, se crean los cuatro centros de asistencia con los que
cuenta la Fundación en la actualidad: el Instituto Mier y Pesado,
internado y escuela para niñas y jóvenes (1932); el Colegio Mier y
Pesado, escuela para niños y jóvenes (1937); y, dos casas de
retiro para ancianos, una en la Ciudad de México y una en el estado
de Veracruz (1947 y 1960).
Imagen de la revista digital Macroeconomia.com.mx
Destacamos la biografía de la
ideadora y benefactora, Isabel Pesado de la Llave, Duquesa de Mier,
quien nació en 1832, en Veracruz, México, y falleció en 1913, en
París. Doña Isabel heredó una gran fortuna de su esposo don
Antonio Mier y Celis, Duque de Mier, presidente del Banco de México
y representante diplomático de México ante Francia durante el
gobierno de Porfirio Díaz. El matrimonio tuvo
un hijo que murió a una edad muy corta debido a una enfermedad, por
lo que no tuvieron descendencia.
Isabel Pesado de Mier, imagen de web oficial de la Fundación Mier y Pesado.
Isabel
Pesado de Mier, es considerada como la fundadora a pesar de haber
fallecido antes de la constitución de la Fundación debido a que fue
ella quien ideó y estipuló en su testamento la forma en que quería
que su fortuna fuera utilizada para la creación de una asociación
sin fines de lucro en pro de niñas, niños y ancianos, teniendo como
referencia algunos centros de Europa. Tras su
muerte en 1913, la encargada de consolidar y estipular la Fundación
fue su hermana Trinidad Elena Pesado y Segura, proceso que finalizó
en 1917, llevando por nombre los apellidos que tendría su hijo
fallecido. La Fundación se
encargó a un patronato, en el que se encontraba Doña Trinidad, y
Luis Elguero y Pérez Palacios, quien determinó que el Instituto
fuera dirigido por la orden religiosa de las Hermanas del Verbo
Encarnado. Consciente de que la Fundación necesitaría fondos para
financiarse, también dejó a nombre de la Fundación varios
terrenos, edificios habitacionales y comerciales que permiten la
obtención de recursos estable hasta la fecha, algunos de esos
inmuebles son considerados patrimonio histórico debido a su riqueza
arquitectónica, un ejemplo es el Edificio Ermita, construido por el
arquitecto Juan Segura.
En
la actualidad la Fundación cuenta con cuatro centros de atención,
dos destinados a casas para ancianos, una en la Ciudad de México y
una en Veracruz; dos centros educativos, el Colegio Mier y Pesado y
el Instituto Mier y Pesado, ambos en la Ciudad de México; un museo,
ubicado en el Instituto; y el Polifórum Mier y Pesado, un centro
cultural que cuenta con jardines y un museo en Orizaba, Veracruz.
Casa Hogar de Adultos Mayores, inaugurada en 1944 en Orizaba, Veracruz. Hoy es la Residencia Mier y Pesado (izquierda). Fundación Mier y Pesado, de la que en 1960 se vende un tercio del terreno a la UNAM para la construcción de la Preparatoria 6 y la Escuela Nacional de Música, hoy Facultad de Música (derecha). Imágenes de la web oficial de la Fundación Mier y Pesado.
EL
INSTITUTO MIER Y PESADO
El
Instituto se encuentra al norte de la Ciudad de México, en una zona
conocida como «La Villa» debido a su cercanía con la Basílica de
Guadalupe, esto fue estipulado por la fundadora Isabel Pesado de
Mier, debido a que en vida fue benefactora de dicho recinto
religioso.
Panorámica de la colonia Industrial en que se ve el edificio del Instituto Mier y Pesado, circa. 1932. Imagen de Cía Mexicana de AEROFOTO.
El
edificio fue construido por el reconocido arquitecto mexicano Juan
Segura Gutiérrez, quien trabajó para la Fundación Mier y Pesado,
construyendo varios edificios con fines comerciales y habitacionales
para proporcionar un ingreso económico fijo para la manutención de
los centros asistenciales (Noelle, 1989), la cercanía del arquitecto
con la Fundación se puede entender debido a que su padre era parte
el patronato.
El edificio fue diseñado siguiendo la corriente artística y
arquitectónica más popular
de esa época, el Art Decó, las obras comenzaron en 1926 y
finalizaron 1932, abriendo sus puertas como un internado para niñas
de escasos recursos, con el fin de que tuvieran una vivienda digna y
una educación de calidad. Siguiendo las normas de higiene
(habitaciones separadas de los baños, salones de clase y espacios de
ocio); y adecuado al currículo propio de la educación femenina de
su época, en el que se enseñaba lectura, escritura, matemáticas,
oficios femeninos (costura, cocina, y más adelante mecanografía), y
la fe católica.
Instituto Mier y Pesado en la actualidad. Imagen de Fundación Mier y Pesado.
El Instituto fue un internado hasta el
año 1985, cuando pasó a ser un colegio con horarios exclusivamente
escolar. Otro
cambio notable fue el de la dirección del centro que se delegó de
las Hermanas del Verbo Encargado a las Hermanas Dominicas de la
Presentación a fines del siglo xx, y hace cinco años pasó a ser
dirigido por laicos dedicados a la educación. Otro cambio notable es
que a partir del curso escolar 2023-2024 el Instituto inició el
proceso para volverse mixto, comenzando por la sección de
preescolar, y para el curso 2024-2025 primaria.
Foto aérea del Instituto Mier y Pesado en la actualidad. Imagen de la Fundación Mier y Pesado.
En 2019, el Centro Mexicano para la Filantropía
A.C., (Cemefi) da a conocer los ganadores de la Vigésimo Tercera
Edición del Reconocimiento al Compromiso con los Demás. Le otorgan un reconocimiento honorario a Isabel Pesado de la Llave"Por su compromiso social con los
adultos mayores, los niños y la población indígena, al realizar
una de las mayores donaciones económicas de la historia,
estableciendo criterios de aplicación, tanto para su destino como
para su impacto".
* Texto obtenido de:Museo Fundación Mier y Pesado:
Recorrido por un siglo de historia de Isabel Martínez Chouza del libro:
Bienvenido, M. F. (2024). Modos de entender, pensar y sentir el patrimonio histórico educativo. Ediciones Universidad de Salamanca. https://doi.org/10.14201/0AQ0371
En la investigación de nuestro territorio y presentar datos de manera que sea atractiva, entretenida y asequible nos encontramos el siguiente video del canal MEXICO RETRO que tiene información interesante sobre el norte de la Ciudad de México.
En próximas entradas seguiremos profundizando en ciertos lugares de los nombrados en el video.
Estación del Ferrocarril Central en terrenos de la ex hacienda de Buenavista en los años veinte. Su línea troncal México-Nuevo Laredo se puso en marcha el 1 de noviembre de 1888. Secretaría de Cultura, Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero.
El ferrocarril fue sin duda uno de los grandes inventos del siglo
XIX, factor indiscutible para el desarrollo de la actividad
económica, y excelente medio de comunicación al unir poblaciones y
ciudades distantes. Esta valiosa y novedosa herramienta de la
tecnología de su época no sólo basó su eficacia en la máquina
con su fila de vagones detrás, o en sus cientos o miles de
kilómetros de rieles sobre los que se desplazaba; las estaciones de
trenes jugaron también un papel preponderante en su funcionamiento
al ser lugares de salida y destino de los pasajeros y de la carga
material, transportados ambos con gran facilidad.
En la Ciudad de México la presencia de dichas estaciones propició
notorios cambios urbanos y sociales, pues fueron lugares muy
atractivos para realizar a su alrededor actividades industriales y
comerciales, asimismo, se establecieron zonas habitacionales
conformadas principalmente por trabajadores del sector ferroviario.
Si bien en un principio las estaciones de trenes se ubicaron fuera de
los límites de la urbe, al paso del tiempo formaron parte de esta
logrando una interacción fundamental con sus habitantes y con las
fábricas, talleres, mercados, etc., espacios relacionados
directamente con el ferrocarril encargado de llevar y traer materias
primas y productos elaborados.
Tras inaugurarse la primera línea de ferrocarril del país que
iba de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, el 1 de enero de
1873, la capital de la República se convertiría -antes de finalizar
el siglo XIX- en el centro ferroviario más importante de México
cuando se establecieron en sus alrededores las estaciones del
Ferrocarril Mexicano y Ferrocarril Central (ambas en Buenavista), la
estación Colonia y la de San Lázaro, entre otras.
Estación
del Ferrocarril Mexicano Buenavista, video informativo publicado por la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en 2024.
ESTACIÓN DEL FERROCARRIL MEXICANO
A mediados del siglo XIX la capital de la República se encontraba
rodeada de ranchos, potreros, ejidos y varias haciendas. Una de
ellas, la hacienda de Buenavista llamada originalmente Hacienda de
San Francisco de Borja, perteneció al colegio jesuita de San Andrés
en la época virreinal, y posteriormente (1782) a don Manuel
Rodríguez de Pinillos conde de Selva Nevada. En 1865 la hacienda fue
adquirida por una sociedad civil formada por don Rafael Martínez de
la Torre, quien fuera regidor del Ayuntamiento de México, abogado
defensor de Maximiliano de Habsburgo (1867) y diputado federal
(1869); y don Antonio Escandón, uno de los empresarios más
prominentes de aquel entonces.
En un millón de varas cuadradas (64
hectáreas), se estimaban los terrenos de la hacienda de Buenavista
por la cual se pagaron 40 mil pesos.1 Don
Antonio Escandón promovió y logró que en sus tierras (el 25.2% de
las 64 hectáreas), se ubicara la estación del Ferrocarril Mexicano
junto con sus patios de maniobra, depósitos, bodegas, vías férreas
de acceso, etc. La sobria estación del Ferrocarril Mexicano fue
construida por el maestro de obras alemán J. Muller.
En 1948 la estación del Ferrocarril Mexicano lucía de esta forma
frente a la plaza Buenavista con el monumento a Cristóbal Colón
colocado ahí en 1892. Reproducción autorizada por el INAH.
Diseñada en planta baja y un piso superior, la estación -de
techos planos- presentaba un claro estilo neoclásico reflejado en
las típicas balaustradas que delimitaban los balcones del segundo
nivel, así como en parte del pretil en el remate. Los dinteles de
las ventanas inferiores combinaban dos formas: pares de arcos de
medio punto en los extremos, y cornisas rectas en el cuerpo central.
Un reloj de carátula circular remataba el inmueble justo al centro.
Frente a la fachada principal se diseñó una plaza bautizada con el
nombre de Buenavista donde se colocó el 12 de octubre de 1892 la
relevante escultura de Cristóbal Colón realizada por el destacado
maestro Manuel Vilar para conmemorar el cuarto centenario del
descubrimiento del continente americano.
Del referido inmueble partió el primer ferrocarril del país
rumbo al puerto de Veracruz (423 km) iniciando así un sistema
ferroviario que a fines del porfiriato alcanzó los 20 mil kilómetros
de extensión. Es importante señalar que la presencia de la estación
del Ferrocarril Mexicano propició el surgimiento de la colonia
Guerrero (1874) una de las más tradicionales de la ciudad capital.
La antigua estación del Ferrocarril Mexicano se convirtió en el
principal sitio de salida y llegada de pasajeros y carga que tuvo
México. Después de poco más de ocho décadas de fructífera
existencia la estación fue demolida a fines de los años cincuenta
del siglo pasado.
Notable
techumbre metálica cobijaba los andenes de la estación del
Ferrocarril Mexicano. file:///E:/cuartooscuro-1885.webp
ESTACIÓN DEL FERROCARRIL CENTRAL MEXICANO O DE BUENAVISTA
Hacia 1884-1888 se construyó, e inició operaciones, la estación
del Ferrocarril Central, vecina de la estación del Ferrocarril
Mexicano, en terrenos también de la hacienda de Buenavista. Esta
línea de ferrocarril conectaba a la capital del país con la
frontera norte (México-Ciudad Juárez) donde se incorporaba al
sistema ferroviario de los Estados Unidos.
Por medio de fotografías antiguas se puede observar que dicha
estación tenía dos niveles, en la planta baja lucía un pórtico
corrido formado por esbeltas columnas metálicas que sostenían un
friso “calado” muy singular, cubierto por una techumbre metálica
inclinada; el acceso se acentuaba mediante un pequeño techo a dos
aguas. En el piso superior el tabique aparente realzaba los marcos de
sus ventanas; y las techumbres también se apreciaban a dos aguas. A
su costado se ubicó el inmueble que alojó a las oficinas del
Ferrocarril Central Mexicano.
La
nueva estación de trenes de Buenavista en construcción aún, y la
torre de BANOBRAS al fondo. file:///E:/estabuenavista1966.webp
En los patios de la antigua estación del
Ferrocarril Central comenzó en 1936 la construcción de una nueva
estación -de estilo modernista o funcionalista en boga- que tendría
por nombre Estación Central de Buenavista. El Departamento de
Vías y Edificios de los Ferrocarriles Nacionales de México fue el
encargado de realizar el proyecto cuya justificación se debió a
“…la importancia que tiene para la capital de la República,
poblada por casi un millón y medio de habitantes, una estación
terminal a donde afluyan las corrientes turísticas, comerciales,
industriales, agrícolas y de otras índoles, formadas con elementos
que constantemente hacen uso de los ferrocarriles para sus servicios,
sin tener, como antaño, que dividirse dentro de la misma ciudad para
poder encontrar la puerta de salida o de llegada a sus centros
buscados, con las molestias y gastos consiguientes”.2
Interior de la Estación de trenes Buenavista en 1961. Fotografía de Wikipedia.
El nuevo inmueble fue inaugurado el 16 de septiembre de 1937 por
el presidente Lázaro Cárdenas, acompañado del Lic. Eduardo Suárez,
secretario de Hacienda y Crédito Público, y del Ing. Antonio
Madrazo, presidente ejecutivo de Ferronales (Ferrocarriles Nacionales
de México); funcionarios de esta empresa formaron una comisión de
recepción para la ceremonia.
NUEVA ESTACIÓN DE BUENAVISTA
Al paso del tiempo la ciudad fue reclamando más espacio para
alojar nueva infraestructura que diera respuesta a nuevas
necesidades. A fines de los años cincuenta, se demolieron las
estaciones del Ferrocarril Central o de Buenavista y del Ferrocarril
Mexicano para construir después en su lugar el edificio sede del
Partido Revolucionario Institucional y la Delegación Cuauhtémoc
respectivamente.
El servicio de ferrocarriles en Buenavista no se suspendió, sino
que se construyó una estación moderna erigida unos 500 metros más
al norte de las antiguas. Diseñada por el Arq. Jorge L. Medellín la
nueva estación de Buenavista presumía una fachada vidriada muy
sencilla de marcada forma horizontal, destacaba su amplio lobby al
cual daban las taquillas y algunos servicios, y en el nivel superior
se hallaban las oficinas; en el remate de la fachada se apreciaba a
la distancia un gran letrero: FERROCARRILES NACIONALES DE MÉXICO. La
estación llegó a contar con doce vías y seis andenes, el
presidente Adolfo López Mateos la inauguró en 1958.
Andén de la Estación Buenavista en 1961, Foto Archivo El Universal
En la nueva estación de Buenavista se
ofrecía un servicio especial de trenes que seguramente muchos
capitalinos recuerdan; un par de ellos conectaba con las ciudades
capitales de Guadalajara y Monterrey, conocidos como el Tapatío y
el Regiomontano respectivamente; lo mismo pasaba con el
tren Jarocho que iba directo al puerto veracruzano. El 1 de
septiembre de 1999 la empresa Ferrocarriles Nacionales de México
finalizó sus operaciones en el país, por lo cual la estación de
Buenavista dejó de operar y fue abandonada durante muchos años,
hasta que después de un rediseño de sus áreas se convirtió en
parte de la terminal del Tren Suburbano (2008).3
Nueva
Estación Buenavista (1958) | Ferrocarriles Nacionales de México, video informativo publicado por la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en enero de 2025.
REFERENCIAS DEL ARTÍCULO:
1 Edgar
Tavares López. Museo panteón de San Fernando. Secretaría
de Cultura del Distrito Federal, México, 2012, p. 26.
Te invitamos a escuchar el Podcast "Sin etiquetas" de la periodista María Teresa Juárez. Un espacio en Código 21 Radio para reflexiones en temas sexualidad, género y feminismos.
En el track número 18, podemos oír a Hena Carolina Velázquez Vargas contando sobre el proyecto "El que se fue a la Villa perdió su silla" que da origen a la Red Vecinal de Narradoras y Narradores, Guardianes del Patrimonio.
Entre las memorias del Libro Club Teodoro Larrey del Museo de los Ferrocarrileros nos encontramos este video como recuerdo de las sesiones mensuales que se llevaron a cabo de manera remota durante la época del confinamiento por la emergencia sanitaria del 2020.
Aquí la participación de Hena Carolina Velázquez Vargas.
El florecimiento del cine mexicano
coincide con el inicio de la estabilidad política posterior a la
Revolución, materializada en el gobierno de Lázaro Cárdenas, el
primer presidente que se mantuvo en el gobierno durante los seis años
que establecía la constitución. En esa época el desarrollo del
país también alcanzó a las artes, incluyendo el cine. En la década
de 1930 se dio un aumento acelerado de producciones cinematográficas,
incluso se llegó a decir que era la industria más grande después
de la petrolera.
Fotograma de una de las primeras
películas grabadas y mostradas al público.
Se
trata de L' arrivée d'un train à La Ciotat (La llegada de
un tren a la estación de La Ciotat), película
documental muda de 50 segundos grabada por los hermanos
Lumière en 1895.
En
los años 40 el presidente Manuel Ávila Camacho continuo con su
apoyo al cine nacional dado que el flujo de cine importado decayó
por la guerra, además de que se dio un impulso económico desde la
Oficina de Coordinación a cargo de Rockefeller.
Fue
ese impulso a la producción cinematográfica concebida como
entretenimiento, a semejanza de la industria hollywoodense la que
marcó profundamente el arte de la imagen en movimiento, sus modos
producción y comercialización.
Poco
a poco se fue dejando atrás el cine ambientado en batallas, los
personajes heroicos y las épicas historias de amor para apostar por
una fórmula más comercial. El cine se volvió una industria con
potente infraestructura y proyecto de negocio en que los productores
de películas alquilaban los estudios y material necesario. De esta
forma los estudios absorbían un capital fijo y los productores el
capital invertido por proyecto.
No
sólo se imitó el modelo de negocio hollywoodense, también las
formulas narrativas y construcción de personajes con las que el
público pudiera identificarse e involucrarse con los protagonistas
de los filmes, actores y actrices llenos de glamour.
Fotografía de la primera película
grabada en México. Se llama El presidente de la república paseando
a caballo en el bosque de Chapultepec (también conocida como Le
président en promenade) dirigida por Gabriel Antoine Veyre en 1896.
Dura apenas treinta segundos.
En
este contexto nacieron los Estudios Tepeyac, S.A. , ubicados en
Ticomán no. 149 en la colonia Lindavista, fundados en 1946 bajo el
mando del general de división y ex presidente Abelardo L. Rodríguez.
Después de varios problemas cierran en 1957. En su lugar hoy se encuentra el paradero de Indios Verdes que incluye instalaciones del metro, cablebús y metrobús además de talleres y oficinas del sistema de transporte colectivo.
Edificio principal de Estudios Tepeyac, circa 1946. Fotografía Mediateca INAH.
A
pesar de que tenían diez amplios foros usaron como locaciones de grabación,
espacios abiertos de las nacientes colonias de los alrededores; como
la Colonia Industrial donde se grabó la película de “El
revoltoso”, una película de comedia de enredos, dirigida por
Gilberto Martínez Solares y protagonizada por Germán Valdés
“Tin-Tan”.
Cartel y detrás de cámaras de "El Revoltoso". En la foto se aprecia una casa con ventanas que tienen una forma particular que aún sigue existiendo.
Entre
los aficionados al cine sigue siendo motivo de curiosidad ubicar los
puntos exactos de la colonia en que fue grabada, incluso organizando
excursiones, con foto en mano ,para descubrirlo.
El
ejercicio es aún más dificultoso porque el tiempo ha cambiado la
imagen de las calles, sin embargo sigue siendo impresionante lo que
puede identificarse a pesar del paso del tiempo, como si ciertos
aspectos materiales hubieran querido quedarse como testigos no tan
mudos de la historia.
Te
invitamos a ver la película de “El revoltoso”, disfrutar la
comicidad de Tin-Tan, ver con nuevos ojos las imágenes, sabiendo que
se grabaron a unos pasos del Museo de los Ferrocarrileros y
compartirnos si distingues algún punto específico de la colonia
Industrial. Te damos un chocolate si encuentras al menos tres.
En
la siguiente liga puedes ver la película en línea desde la página
oficial de Tin-Tan:
En
la esquina de la carretera México-Laredo y el antiguo camino
Azcapotzalco-Guadalupe, hoy Insurgentes y Montevideo,
respectivamente, se abrieron las puertas de uno de los cines más
lujosos de la época: Cine Lindavista.
El Cine Lindavista, inaugurado el 25 de diciembre de 1942. La foto de la izquierda corresponde a 1944 ( Imagen: Ciudad de México en el Tiempo) La imagen de la derecha es un anuncio probablemente publicado en los periódicos de la época. Es interesante que aparece firmado por Theodore Gildred, el ingeniero civil estadounidense que hizo la planeación urbana de la colonia Lindavista y otros terrenos de la familia Oyamburu. (Se atribuye la imagen al usuario de Pinterest
Salvador Ascencio Tapia)
En
1942, ante la floreciente colonia Lindavista con sus anchas calles y
caserones estilo californiano, además de la cercanía de los
Estudios Tepeyac, se encomendó al arquitecto norteamericano Charles Lee la construcción de un recinto a la altura de las grandes
estrellas que ya vivían por el rumbo, como son María Félix,
Roberto Cantoral, Pedro Infante o Ignacio López Tarso entre otros.
Simeon Charles Lee, Arquitecto
estadounidense. (September 5, 1899, Chicago, Illinois – Enero 27,
1990, Los Angeles, California)
Charles
Lee ya tenía experiencia en el diseño de cines pues trabajo en Rapp
& Rapp, una firma de arquitectura que se especializaba en
construir palacios cinematográficos. Ese trabajo y con la influencia de sus
profesores de arquitectura se sintió inclinado por articular el
historicismo con la modernidad, por lo que sus diseños al estilo Art
Decó imitaban las estéticas antiguas con funcionalidad moderna.
Así
lo vemos no sólo en el Cine Lindavista sino en otros complejos
diseñados por él, como el Cine Lido, hoy Centro Cultural Bella
Época y el Cine Chapultepec (que tristemente sólo podemos conocer
por fotografías pues en 1997 fue demolido y en su lugar se construyó
La Torre Mayor) en la Ciudad de México o los grandes recintos; Tower
Theatre en Los Ángeles, Fox Theater en Bakersfield, o el Hollywood
Theater, también Los Ángeles.
En
cuanto al Cine Lindavista puede notarse, en su nave central, el
estilismo español colonial de Estados Unidos, conocido como Spanish
Colonial Revival que se caracteriza por una estructura y
ornamentación barroca, que asemejaban a los antiguos templos
católicos del virreinato . A la entrada monumental del lugar, donde
se localizaba la taquilla del cine, construyó una torre que simulaba
un gran faro estilizado con líneas rectas y geometrías Art Decó.
Más
adelante en los años setenta ese faro fue disfrazado de un castillo
al estilo de Disney y el cine fue dedicado al proyectar sólo
películas infantiles. Se decoró sus interiores con imágenes de esa
casa productora y su público cambió completamente.
La torre del Cine Lindavista, antes y después de su transformación en cine infantil. (Imágenes de Pinterest)
Fue
cerrado en 1997 cayendo en el abandono hasta el 2002 cuando, siendo
valuado en 90 millones de pesos, el gobierno federal cedió el
inmueble al arzobispado de México para convertirlo en el Santuario
de Juan Diego recientemente canonizado. Fue entonces que el famoso
"Castillito de Lindavista" fue desmantelado.
Actualmente
parte del recinto está dedicado a celebrar misas, alberga nichos
mortuorios y oficinas; sin embargo la nave que antes proyectaba
películas para los 450 asistentes, se encuentra a medio destruir,
sin techo y con la fachada apuntalada.
Construcción del Cine Lindavista y panorámica del cine ya terminado. c.a. 1941-42.
Interior del Cine Lindavista y detalle de entrada. c.a. 1942.
El
proyecto de crear una cubierta escalonada en espiral, que represente
un caracol (atecocoli) que sube al cielo, así como formas
con antiguos conceptos precuauhtémicos y un Centro de Atención
Indígena, dedicado a la caridad, sigue sin ver la luz.
Por
ahora sigue en el imaginario de los vecinos el gran castillo blanco-azul al que acudíamos a pasar un día en familia mientras
disfrutábamos del séptimo arte en un lugar lleno de historia, donde la permanencia sigue siendo voluntaria.